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Trump impone aranceles del 50 % a Brasil y Lula activa la Ley de Reciprocidad Económica

Trump anunció la imposición de un gravamen del 50 % a las importaciones brasileñas, alegando “cacería de brujas” contra Jair Bolsonaro. Frente a ese movimiento, Lula da Silva aplicará contramedidas bajo su legislación y convocó a la embajadora en Washington, mientras el real y la Bolsa de São Paulo sufren pérdidas.

Donald Trump señaló que aplicará un arancel del 50 % sobre todos los productos importados desde Brasil, a partir del 1° de agosto, y justificó la decisión con críticas al juicio que enfrenta el expresidente Jair Bolsonaro, tildado por Trump como una supuesta “cacería de brujas”. Citó también supuestos ataques “insidiosos” a la libertad de expresión en Estados Unidos por parte del Supremo brasilero.

Acto seguido, el real se depreció cerca de un 2 % frente al dólar y el índice bursátil de São Paulo retrocedió entre 1,3 y 1,4 %, reflejando la incertidumbre que generó la medida.

En respuesta, Lula da Silva convocó a su gabinete de emergencia y activó la Ley de Reciprocidad Económica para aplicar “medidas proporcionales” en defensa de los intereses nacionales, subrayando la soberanía de las instituciones brasileras y rechazando cualquier intento de injerencia . Además, convocó a consultas a la embajadora de Brasil en Estados Unidos y devolvió la misiva de Trump por contener “datos falsos y ofensivos”.

Bolsonaro y el superávit

Aunque Estados Unidos mantiene un superávit comercial con Brasil, con cifras que rondan los 650 millones en el primer trimestre de 2025 sobre un intercambio total de 20 000 millones, Trump cuestionó que el intercambio haya sido desfavorable para los intereses norteamericanos . Lula, en tanto, defendió las estadísticas oficiales y calificó de “falsa” la interpretación de un presunto déficit.

Mientras tanto, Jair Bolsonaro, quien enfrenta un proceso judicial por su presunta participación en un intento de golpe tras las elecciones de 2022, recibió con beneplácito el respaldo de Trump, calificando la situación como una “persecución política”.

Fuente: La Nación

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