BRICS: Trump intensifica tensión con Lula tras amenaza de nuevos aranceles

Luego que Trump anunciará aranceles del 10 % adicionales a países alineados con políticas “antiestadounidenses” del bloque BRICS, desató tensiones con Brasil y reavivó el debate sobre el papel del dólar y el multilateralismo en el comercio global.
En su cuenta de Truth Social, el presidente Trump señaló que “a cualquier país que se alinee con las políticas antiestadounidenses de los BRICS se le cobrará un arancel adicional del 10 %”, y afirmó que “no habrá excepciones” . Esta declaración se enmarca en el contexto de una prórroga que extiende la entrada en vigor de aranceles recíprocos hasta el 1 de agosto, otorgando a los países un último margen para cerrar acuerdos bilaterales o recibir las nuevas tasas .
En respuesta, el presidente Lula da Silva describió la amenaza como poco seria y advirtió que “no queremos un emperador”. Además, subrayó la soberanía de su país y enfatizó la necesidad de alternativas al dólar, asegurando que “el mundo cambió” y que las economías emergentes requieren mecanismos comerciales más equitativos.
Las BRICS
El bloque BRICS, compuesto por 11 países y responsable del 40 % del PIB mundial, emitió un comunicado en el que condenó el uso de “medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional”, sin mencionar explícitamente a Estados Unidos. China también se pronunció, señalando que “el uso de aranceles no beneficia a nadie”, mientras que Sudáfrica dejó en claro que el grupo no busca confrontación, y que sigue confiado en mantener un diálogo constructivo con Washington.
Asimismo, en Río se destacó el impulso del grupo por reducir la dependencia del dólar, avanzando en sistemas de pago con monedas locales y con vistas a una reforma de instituciones internacionales como el FMI, el Banco Mundial y la ONU, para adecuarlas mejor a las realidades del Sur global.
En tanto, desde Washington se aclaró que la medida no se traducirá en tarifas inmediatas contra el conjunto de países BRICS, sino que se activará solo si alguna nación incurre en lo que la administración define como políticas “anti-estadounidenses” .
Fuente: La Nación