Un diario francés abordó las violaciones raciales que sufren mujeres y niñas wichís
El portal informativo francés Mediapart, publicó el domingo una nota titulada: “Las mujeres indígenas en lucha contra las violaciones raciales”.
Este trabajo fue realizado por la periodista Louise André-Williams, y aborda la historia de una mujer, intérprete voluntaria wichí en las comisarías y que recibe y acompaña a decenas de chicas de distintas comunidades que fueron víctimas de abusos sexuales: Laurentina Nicacio, es la protagonista de la historia que atravesó el continente en un tono de época de plena visibilización de estas atroces prácticas ancestrales, que desde algunos sectores denominan "chineo".
El artículo narra la dureza de los días en las comunidades originarias de la provincia, atravesadas por todo tipo de carencias e inequidades históricas, como también la invisibilidad en término de sujetos de derecho.
Así, el informe pone en la voz de la joven wichí de 28 años, las permanentes amenazas que sufre al abrazar la causa de acompañar las historias de sufrimiento de niñas, jóvenes y adultas, que acuden a ella a través de su asociación para encontrar contención. También ennumera casos aberrantes, como el de Juana, nombre de fantasía que se le dio para resguardad la identidad de una niña de la comunidad de Alto La Sierra, que fue víctima de una violación en manada a manos de ocho perpetradores criollos.
La niña sufrió todo tipo de violencia, y el tratamiento del caso estuvo plagado de irregularidades, poniendo por primera vez en la escena nacional, las vulneraciones que sufren las mujeres originarias desde épocas ancestrales.
Cinco siglos igual
La publicación francesa sostiene además, que este tipo de violencias "son heredadas desde la colonización", y agrega: "estas violaciones, lejos de desaparecer con la caída del imperio español, han continuado hasta nuestros días, en una práctica trivializada que los hombres blancos del norte, llaman chineo", haciendo énfasis en el escándalo que se produjo en la sociedad argentina, la visibilidad de la perpetración de esta práctica y en estos tiempos: "en este inmenso país adormecido por el mito de una Argentina blanca cuya población desciende, según el adagio popular, de los "barcos de Europa", las poblaciones indígenas y negras siguen siendo marginales en los medios de comunicación", advierte.
Asimismo, la publicación alerta sobre la ausencia total de "cifras que documenten esta lacra. Sólo los gritos de alarma de las mujeres indígenas que, cansadas de ser ignoradas, han decidido pasar a la acción", resaltando el encuentro de mujeres originarias, que tuvo como epicentro a la ciudad de Chicoana el año pasado, y en donde se expidieron claramente sobre la situación, increpando a los gobiernos para que intervengan en la situación. Además, cita las denuncias masivas por parte de una treintena de mujeres que fueron víctimas de violaciones, y por cuyos hijos, productos de estas vejaciones, exigían justicia.
La nota del diario digital francés de información, investigación y opinión creado en 2008 por Edwy Plenel, ex redactor jefe de Le Monde, se cierra con una luz de esperanza en la lucha enarbolada por estas mujeres, que están definidas a pelear por sus derechos.
El término "chineo"
Si bien es la palabra, que hoy recorre el mundo describiendo este tipo de atrocidades, la misma fue objeto de muchas resistencias, sobre todo por parte de las principales referentas originarias, entre ellas la fallecida lideresa wichí, Octorina Zamora que en diálogo con Nuevo Diario expresaba que no estaba de acuerdo con que se utilice la palabra "chineo", "porque es reproducir el racismo. Es una palabra ofensiva para nosotras, porque a las cosas hay que decirlas por su nombre: son violaciones sexuales en banda o en grupo". Mientras que otras mujeres, remarcan que, dicho así, se le quita todo el agravante racista, de que se las ataque también porque son indígenas.