Judiciales

Un pastor evangélico irá a la cárcel más de 3 años por abuso sexual

Un hombre de 46 años, que es pastor evangélico, resultó condenado a tres años y seis meses de prisión efectiva por el delito de abuso sexual simple agravado por haber sido cometido por un ministro de culto. El hecho ocurrió en la ciudad de Cafayate, en marzo del año pasado.

El juicio se llevó a cabo en la Sala II, presidido por la jueza interina Carolina Sanguedolce.

La víctima refirió que conocía al imputado G. R. O. porque era esposo de una compañera suya de la escuela. Dijo que lo saludaba cuando lo veía pero luego él empezó a enviarle mensajes en horarios inusuales. Ella no le respondía.

Supuso que consiguió su teléfono a través de su mujer.  

El día anterior al hecho, el acusado se presentó en la casa de la damnificada para invitarla al cumpleaños de su esposa. Le dijo que no faltara y que fuera con vestido.

Ella le respondió que no usaba vestido y le anticipó que, si iba, lo haría con sus hijas porque no tenía con quién dejarlas.

El día de la fiesta, llegó a la casa del pastor como a las 23.30. Se sentaron a cenar y, mientras conversaban, G. R. O. les servía gaseosa a ella y a sus hijas.

En determinado momento, la mayor (13) comenzó a sentirse mal: no se podía parar, estaba como adormecida. La denunciante relató que casi enseguida ella comenzó a sentirse igual: con mucho calor en los brazos y piernas y sensación de adormecimiento.

Ante esto, le pidió a su amiga que llamara un remís para volver a su casa con sus hijas. El acusado se ofreció a acompañarlas. Cuando llegaron, G. R. O. llevó a la mayor a una cama y guió a la denunciante a su habitación, sujetándola del brazo.

Ella se recostó y entonces sintió que el imputado le tocaba las piernas y sus partes íntimas. Se colocó encima de ella y comenzó a besarla. La damnificada manifestó que quiso resistirse pero no tenía fuerzas.

La jueza ordenó la extracción de material genético del condenado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos. 

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