Un triunfo determinante para encaminar el futuro
Argentina venció a México 2-0 en un encuentro trascendental para encaminar el futuro de la “Albiceleste” en el Mundial de Qatar.
Los primeros minutos con la pelota fueron imprecisos, producto de la incesante presión mexicana que tapaba bien la salida de los defensores, a tal punto que Leo Messi tuvo que recibir y tener contacto con la pelota detrás de la mitad de la cancha en varias ocasiones.
Hasta los 25 minutos, México ejecutó su plan a la perfección; Dejar que los centrales argentinos conduzcan hasta la mitad de cancha y cuando la pelota llegaba a los volantes, los de Martino eran agresivos para recuperar. Tras un tiro libre de Alexis Vega apareció la figura del Dibu Martínez que contuvo el remate, que se colaba en un ángulo.
Automáticamente después de las modificaciones (ingresaron Enzo Fernández, Alvarez y Palacios) y tras una sucesión de pases en donde Di María encontró a Messi, la Pulga remató desde afuera del área y clavó un gol inatajable al palo del arquero mexicano. La tónica se mantuvo, México sin profundidad y con una Argentina que tuvo una chance inmejorable en los pies de Nahuel Molina, que elevó su remate.
A escasos minutos del final del partido, De Paul ejecutó en corto un córner, Enzo Fernández recibió al borde del área, enganchó de izquierda a derecha, se perfiló y dibujó una obra de arte que fue inatajable para Ochoa. 2 a 0, grito de gol de descargo, de alivio, de sufrimiento. En resumidas líneas: Un grito de gol bien argentino.
Tras la tormenta árabe se hizo paso a la luz
La tormenta árabe del debut nubló el panorama de una Selección que llegó a Qatar con chapa de campeón, con un invicto récord y lo expuso a una debilidad emocional tóxica, sobre la que el propio Scaloni se permitió reflexionar luego de la victoria sobre México.
La actuación del equipo en el estreno, la falta de respuesta de los jugadores para torcer el rumbo y el estado físico del plantel oscurecieron el cielo luminoso. Todo se corrigió a tiempo.