Una mujer no quiere ser tan rica y renunció a su herencia de U$S 4000 millones
Marlene Engelhorn es estudiante de Lengua y Literatura alemana en Viena, tiene 29 años y es descendiente de Friedrich Engelhorn, el fundador de la empresa Badische Anilin-und Soda-Fabrik, conocida como BASF, una de las mayores compañías químicas del mundo que solo en 2021 tuvo ingresos de más 78 mil millones de dólares.
La joven es austríaca y, en el último tiempo, obtuvo mucha popularidad tras decir públicamente que no quiere ser "tan rica".
Marlene, además es, junto a otros 49 herederos de multimillonarios, una de las fundadoras del movimiento Tax me Now (Cóbrame Impuestos), una propuesta que fomenta la idea de que el Estado asuma el grueso de las fortunas y se encargue de gestionarlas.
Según la misma Marlene, "Gestionar ese patrimonio conlleva mucho tiempo. No es ese mi proyecto de vida". En declaraciones a la BBC mencionó: “Como alguien que ha disfrutado de los beneficios de la riqueza toda mi vida, sé lo sesgada que está nuestra economía y no puedo seguir sentada y esperando que alguien, en algún lugar, haga algo”.
Entre las propuestas de Engelhorn se encuentren la redistribución de la riqueza, impuestos a millonarios e importantes cambios estructurales en los altos cargos, todo ello con el objetivo de lograr una mayor equidad social. Cree que esto es fundamental para el funcionamiento de la democracia. Incluso escribió un libro sobre el tema llamado Geld (Dinero).
Millonaria renuncia
En una entrevista con la BBC, Marlene dijo que pretende renunciar al 90% de su herencia porque, “No es que no quiera ser rica, es que no quiero ser tan rica”. Según sus dichos, tuvo una vida de “niña rica privilegiada”. De hecho, con apenas siete años, obtuvo una fortuna de más de 1000 millones de dólares. Además, se educó en los mejores colegios y tuvo trato con la más alta sociedad.
En este punto, es importante mencionar que, según lo consignado en la revista Forbes, la abuela de Engelhornn ocupa la posición número 687 en el ranking de personas más ricas del mundo. Dicha fortuna fue generada a partir de los más de 150 años de su compañía. En diversas entrevistas a medios austríacos, la joven señaló: “No debería ser mi decisión qué hacer con el dinero de mi familia, por el cual no trabajé yo”.
Engelhorn, activista por la “justicia social”, considera que nadie debería tener cantidades tan grandes de dinero mientras exista una desigualdad tan latente en la sociedad. Cree que no necesita tanto dinero, porque no sabría qué hacer con él, y porque la posesión de grandes fortunas trae como consecuencia tensiones, problemas y malos entendidos. Marlene afirma que, con tanto dinero “no podría ser feliz”. Además, agrega: “No se trata de una cuestión de voluntad, sino de equidad. No he hecho nada para recibir este legado. Esto es pura suerte en la lotería del nacimiento y pura coincidencia”.