Uruguay elige presidente entre incertidumbre y paridad
Uruguay vivirá el domingo unas elecciones presidenciales marcadas por una alta paridad entre los candidatos, con una izquierda liderada por Yamandú Orsi como favorita.
Uruguay vivirá el domingo unas elecciones presidenciales marcadas por una alta paridad entre los candidatos, con una izquierda liderada por Yamandú Orsi como favorita, aunque con escasas posibilidades de ganar en primera vuelta.
Las encuestas indican que el Frente Amplio (FA), apoyado por el expresidente José Mujica, encabeza las intenciones de voto, seguido de cerca por la Coalición Republicana, que respalda al candidato oficialista Álvaro Delgado.
De acuerdo con las últimas encuestas, la diferencia entre ambos bloques no supera el margen de error. “Es probable que el próximo presidente se elija en un balotaje el 24 de noviembre”, destacó un analista de Equipos Consultores, que proyecta un 45% para el FA y un 45% para la coalición.
Escenario de paridad y votación dividida
Uruguay enfrenta un panorama político inusual. La Coalición Republicana, integrada por el Partido Nacional (blanco), el Partido Colorado, Cabildo Abierto y el Partido Independiente, participa con lemas separados, lo que le dificulta unificar votos. Según Opción Consultores, los partidos de la coalición oficialista suman un 46%, un punto por encima del FA, pero esta dispersión limita sus posibilidades de consolidar una mayoría legislativa.
Además de la presidencia, los uruguayos votarán la renovación completa del Senado y la Cámara de Diputados. Las proyecciones muestran que el FA podría obtener la mayoría en el Senado, pero no en la Cámara baja, dificultando la gobernabilidad.
Propuestas y temas clave en campaña
La campaña ha estado marcada por el debate sobre la seguridad, la economía y la reforma previsional. Orsi, exintendente de Canelones, defendió una postura de “firmeza frente al delito”, consciente de que la seguridad fue un punto débil de los gobiernos anteriores del FA. “El Estado debe intervenir en nuestros barrios para prevenir la violencia”, expresó el candidato en su acto de cierre, llamando a una “campaña de compromisos y no de promesas vacías”.
Por su parte, Delgado apostó por la continuidad de las políticas implementadas durante la administración de Luis Lacalle Pou. “Uruguay necesita seguir en este rumbo de desarrollo y paz. La mayoría silenciosa apoyará la estabilidad”, declaró el candidato.
Dos plebiscitos en juego
Además de elegir a sus representantes, los uruguayos decidirán sobre dos plebiscitos. Uno busca eliminar la restricción a los allanamientos nocturnos, vigente desde 1830, mientras que el otro, promovido por el PIT-CNT, propone desmantelar el sistema previsional de ahorro individual, consolidando los fondos de los trabajadores en un sistema común y fijando la edad de jubilación en 60 años. Las encuestas indican un bajo respaldo a esta última propuesta, mientras que la de allanamientos cuenta con cierto apoyo.
Expectativa moderada y voto incierto
A diferencia de elecciones anteriores, el ambiente en Uruguay se percibe menos entusiasta. “Hay más indecisos y muchos votos en blanco”, apuntan desde Unidad de Percepción Ciudadana, que da al FA un 47% y a la coalición un 45%. Los analistas coinciden en que la dispersión de la coalición oficialista y el desinterés de parte del electorado podrían ser factores decisivos el domingo.
Con este contexto, el futuro político de Uruguay se define en un escenario de alta competencia, donde los candidatos Orsi y Delgado buscan conquistar al electorado con miras al balotaje de noviembre.