Vecinos de Jardín Lomas del Cerrito reclaman obras de agua
Vecinos del barrio Jardín Lomas del Cerrito, ubicado en inmediaciones a la empresa Plumada, aseguran que no cuentan con agua domiciliaria de red, pese a estar radicados en la zona entre 20 y 30 años.
Además, advierten que una empresa de baños químicos radicada allí, al igual que la de servicios de logística, les quitan caudal de agua.
Para abastecerse de agua, las 70 familias que residen allí acceden a redes clandestinas desde el domicilio de un vecino que reside en el ingreso a Jardín Lomas del Cerrito, que con conocimiento de Aguas del Norte en 1.995 realizó una conexión desde el barrio Constitución.
A lo largo de los años, el resto de los dueños de los lotes al radicarse en la zona fueron anexando derivaciones, inclusive la empresa de baños químicos utiliza el agua clandestina para la limpieza de los receptáculos, lo que preocupa a los vecinos no solo por la baja presión con las que les llega el agua, sino por el tratamiento de los efluentes que resultan del lavado.
"Los vecinos que vivimos en la parte alta prácticamente no tenemos agua. Plumada y la empresa de baños químicos absorben la mayor cantidad de agua. Hay una obra de agua aprobada con Aguas del Norte, pero nunca se ejecuta. Tenemos un vecino, que es el más antiguo en el barrio, que inició acciones contra Aguas del Norte y ahora nos estamos sumando los vecinos. Desde el Ente Regulador nos dijeron que es factible la obra porque se puede pagar con el consumo", dijo a Nuevo Diario Liliana Cardozo, una de las vecinas.
En esta semana, el Ente Regulador se comprometió a darles una respuesta, mientras tanto, un camión cisterna les provee de agua.
Baños químicos
Si bien la empresa cuenta con habilitación municipal, los vecinos no comprenden cómo puede estarlo si no cuenta con agua de red domiciliaria. "Ellos sostienen que no usan el agua, pero lavan los baños químicos, tienen un pozo ciego donde tiran los deshechos de los baños hasta que se llena y con el mismo camión atmosférico lo sacan. De acuerdo a la gente que trabajó ahí, el pozo tiene cerca de 8 metros y llega a las napas de agua", sostuvo Asunción Márquez, vecina que vive al lado del predio de la empresa.
En declaraciones a FM Ya, representantes de la empresa aseguraron que cuentan con la habilitación municipal y con el estudio de impacto ambiental.
"La habilitación se la dio esta intendenta (Bettina Romero), porque todos los años venían a hacernos encuestas y nosotros decíamos que no por los malos olores que habían. Ahora tienen unos paredones que frenan un poco, pero yo vivía con los baños sucios, por los tambores de los químicos que usan al lado de mi alambrado. Actualmente les tengo que golpear la pared para que dejen de trabajar, hacen ruido durante toda la noche con la hidrolavadora. No respetan nada", relató la vecina.
La mujer insistió que desde que la empresa funciona en el barrio el agua ha disminuido su presión y caudal para el consumo.
"Los años que dice que tiene la empresa en su web los tiene a costa de los vecinos, que tenemos que soportar las ratas, los olores y los ruidos molestos", apuntó Márquez.