Vecinos de Jimena Salas contaron los últimos momentos de vida

Durante la quinta jornada del juicio por el asesinato de Jimena Beatriz Salas, ocurrido en enero de 2017 en el barrio San Nicolás de Vaqueros, declararon ayer nuevos testigos que aportaron detalles clave sobre los momentos previos y posteriores al crimen.
Una de las declaraciones más relevantes fue la de una vecina que aseguró haber sido una de las últimas personas en ver con vida a la víctima.
La mujer relató que, cerca del mediodía, Jimena Salas se presentó en su casa llevando en brazos un caniche gris con collar rojo y correa, y acompañada por una de sus hijas pequeñas.
La víctima le preguntó si el perro era suyo y comentó que un niño lo había encontrado tras casi ser atropellado.
Al recibir una respuesta negativa, Salas le informó que publicaría un aviso en los grupos vecinales para encontrar al dueño del animal, y luego se retiró.
Horas más tarde, la misma testigo escuchó un fuerte grito proveniente de la casa de Salas.
Al mirar por el portón, vio al esposo de la víctima tomándose la cabeza en estado de shock. Minutos después, llegaron al lugar una ambulancia y móviles policiales.
En la audiencia, se le mostraron a la testigo imágenes del perro obtenidas de los teléfonos celulares de la víctima y de uno de los acusados. La mujer confirmó que se trataba del mismo caniche que Salas tenía en brazos aquel día.
Otra vecina que reside frente al domicilio de la víctima también prestó declaración.
Contó que, poco antes del hecho, vio un automóvil grande, color champán y con vidrios polarizados que ingresó parcialmente a su propiedad y luego se retiró en dirección a calle Las Virginias.
Aunque no pudo ver el rostro del conductor por el reflejo del sol, describió que era un hombre de tez blanca, con camisa arremangada y un reloj dorado. Minutos después, ella y su esposo escucharon un grito desgarrador, que luego identificaron como del esposo de Salas.
El hombre, también convocado como testigo, recordó haber visto a Jimena en la puerta de su casa ese mismo día, entre las 10:30 y 11:00 hs, acompañada de una mujer joven —presuntamente su empleada—, realizando tareas en el jardín.
Posteriormente, mientras se disponía a almorzar, escuchó los gritos junto a su esposa.
También se incorporó por lectura la declaración de la madre de este último testigo, quien no pudo presentarse por razones de salud.
La mujer relató que, alrededor de las 12:55 hs del día del hecho, vio un auto negro estacionado frente a la casa de la víctima, vehículo que no le resultó familiar.
Los acusados, Adrián Guillermo Saavedra y Carlos Damián Saavedra, están imputados como coautores del delito de homicidio calificado por alevosía, ensañamiento, criminis causa, concurso premeditado de dos o más personas y femicidio.
El juicio es llevado adelante por el tribunal colegiado compuesto por los jueces José Luis Riera (presidente) y Mónica Faber y Maximiliano Troyano, con la participación de los fiscales penales Mónica Poma, Leandro Flores y Gabriel González por parte del Ministerio Público.
La defensa está a cargo del abogado Marcelo Arancibia, mientras que Pedro Javier Arancibia representa a la familia de la víctima como querellante.
Al finalizar la audiencia, los magistrados dispusieron un cuarto intermedio hasta hoy a las 8:30 hs, momento en que se retomará la ronda de testimoniales.
El asesinato de Jimena Salas, ocurrido el 27 de enero de 2017, conmocionó a la provincia por la brutalidad del hecho y por haberse producido en presencia de sus hijas menores.
El proceso judicial busca esclarecer uno de los casos más resonantes de los últimos años en Salta.
El juicio dejó la sala de los Grandes Juicios y fue llevada a una de las salas más pequeñas.