Venezuela se prepara ante guerra militar y la tensión aumenta con Guyana tras misiles de EE.UU

Nicolás Maduro asegura que Venezuela enfrenta la amenaza más grave de su historia reciente. Denuncia la presencia de buques y misiles estadounidenses en el Caribe, califica la situación de “criminal” y anuncia un plan de defensa con movilización de reservistas.
Venezuela denunció que una flota militar estadounidense ha llegado al Caribe con misiles apuntando hacia su territorio. Maduro calificó este despliegue de “criminal” y aseguró que su país vive la amenaza más grave de los últimos cien años. Reiteró que, si fuera agredida, la nación pasaría de inmediato a un operativo de lucha armada para defender su soberanía. También advirtió que jamás cedió ante amenazas ni chantajes.
El gobierno activó un plan especial que contempla la movilización de millones de reservistas y milicianos en todo el país, junto con el refuerzo de tropas en la frontera con Colombia. La estrategia apunta a garantizar el funcionamiento estatal en cualquier escenario.
En paralelo, el ministro de Defensa rechazó las acusaciones lanzadas por Guyana sobre un presunto ataque a una embarcación con material electoral en el río Cuyuní. Dijo que las denuncias buscan generar un “frente de guerra” y las calificó como falsas y “vasallas del imperialismo norteamericano”. Guyana, por su parte, asegura que sus fuerzas respondieron al fuego sin sufrir bajas ni daños de consideración.
Estas tensiones coinciden con las elecciones presidenciales y legislativas que se llevan adelante en ese país. Allí, más de 750.000 personas están llamadas a votar en un territorio mayormente cubierto por selva. Irfaan Ali, actual mandatario, busca la reelección y ha expresado su apoyo al despliegue de EE.UU., apelando a la defensa contra amenazas transnacionales. Sus contrincantes incluyen al opositor Aubrey Norton y al empresario Azruddin Mohamed.
En este marco complejo, Colombia convocó a los miembros de la CELAC a una reunión virtual de emergencia. El objetivo es abrir un espacio de diálogo y promover soluciones basadas en el respeto a la soberanía y los principios del derecho internacional. Tanto Bogotá como Caracas insisten en la necesidad de colaboración regional y en evitar que la región sea escenario de militarización.
La situación sigue en desarrollo y refleja una mezcla de amenazas reales y discursos nacionalistas en un entorno geopolítico volátil.
Fuente: La Nación