La tragedia de Villa Gesell y una alerta para Salta sobre seguridad estructural en edificios públicos

El colapso de un edificio de diez pisos en Villa Gesell ayer martes en la madrugada, puso nuevamente en la agenda pública la necesidad de controles rigurosos y profesionales capacitados en el diseño, construcción y mantenimiento de las edificaciones, salvando las distancias geográficas con la provincia de Salta.

El ingeniero José Luis García, representante del Colegio Profesional de Ingenieros y profesiones afines de Salta (COPAIPA), analizó la situación actual en Salta en diálogo con Nuevo Diario, haciendo hincapié en la importancia de contratar profesionales matriculados y en las especificidades de la región, como la sismicidad y la preservación del patrimonio arquitectónico.

La normativa edilicia en Salta: ¿Un modelo a seguir?

Según García, Salta cuenta con una de las legislaciones más avanzadas del país en términos de exigencias técnicas y profesionales para el desarrollo de proyectos de construcción. “Nuestra legislación es una de las mejores del país en cuanto a exigencia del proyecto. En Salta, hay que presentar un plano de arquitectura para que controle el municipio, asegurando que cumpla con el código municipal. Luego, se requiere un visado de estructura por parte del COPAIPA para verificar el cumplimiento de las normas sísmicas”, explicó García. Este proceso incluye, además, la revisión de los planos de electricidad y, para edificios de uso público, la verificación de normas de higiene y seguridad. La ley también exige la figura de un director técnico, un profesional matriculado responsable de supervisar la obra y de realizar cualquier modificación al proyecto que sea necesaria, asegurando que todo cambio se ajuste a las normativas de seguridad y estructurales.

Sismicidad y riesgos estructurales en Salta

A diferencia de Villa Gesell, donde las condiciones del suelo arenoso y la cercanía al mar representan factores de riesgo, en Salta, la principal preocupación es la actividad sísmica. “En nuestra región, el cumplimiento de las normas sísmicas es crucial”, afirmó García. La normativa exige que los planos estructurales incluyan un análisis sísmico que garantice que los edificios puedan soportar movimientos telúricos. Además, destacó que muchos edificios en Salta son anteriores a la entrada en vigor de la normativa sísmica de 1980, lo cual supone un desafío adicional. La Ley Provincial 7740, sancionada en 2.012, plantea la revisión de todas las construcciones anteriores a esa fecha para evaluar su resistencia sísmica, pero aún falta su reglamentación. Esta demora impide llevar a cabo inspecciones exhaustivas en edificios antiguos que podrían no estar preparados para resistir un sismo.

La preservación del patrimonio histórico: entre la conservación y la seguridad

Salta es reconocida por su patrimonio arquitectónico, un atractivo turístico y cultural que distingue a la provincia. Sin embargo, muchos de estos edificios históricos fueron construidos sin considerar normas sísmicas, lo que plantea una disyuntiva entre su conservación y la seguridad pública. García mencionó que monumentos como la Catedral y la Iglesia San Francisco requieren estudios de resistencia estructural, especialmente aquellos que han sido adaptados para el acceso público, como museos, hostales y confiterías. “Alguien tiene que estudiar estos edificios para ver en qué condiciones están. Salta tiene una idiosincrasia de querer preservar lo antiguo, lo que también es un gran atractivo turístico, pero estos edificios necesitan ser evaluados y, en algunos casos, reforzados”, comentó García.

Ampliaciones y modificaciones: el riesgo de alterar estructuras sin control

Uno de los puntos críticos que remarcó García es la necesidad de revisar cada modificación o ampliación que se realice en edificaciones preexistentes, especialmente aquellas de acceso público. Toda obra, independientemente de su tamaño, debe presentar planos que serán sometidos a evaluación para cumplir con la normativa. “La ley dice que para cualquier obra que se ejecute en el territorio provincial, ya sea una ampliación o la construcción de un cuartito en el fondo, se debe presentar y aprobar el proyecto completo, lo cual incluye verificar la resistencia de lo ya construido”, explicó García. El ingeniero subrayó también los peligros de realizar modificaciones sin la supervisión de profesionales. Recordó casos en otros países, como el reciente colapso en Turquía, donde en la planta baja de un edificio, un restaurante eliminó una columna de soporte sin autorización profesional, lo que terminó causando un colapso fatal durante un terremoto.

Edificios esenciales: una prioridad

García también subrayó la importancia de evaluar edificios esenciales como escuelas, hospitales y centros de salud, que deben permanecer en pie durante y después de un sismo. “Muchas escuelas y hospitales fueron construidos sin considerar normas sísmicas, y esto es particularmente preocupante en una zona de alta actividad telúrica como Salta”, indicó. El diagnóstico de estos edificios es crucial para decidir si necesitan refuerzos estructurales o, en algunos casos, modificaciones o incluso clausuras para evitar riesgos.

La necesidad de concientizar

Aunque Salta cuenta con una normativa robusta, el control de las construcciones es una tarea compleja. Según García, los municipios tienen la autoridad para inspeccionar obras privadas y garantizar que se cumplan los planos aprobados. Sin embargo, señaló que en la práctica, estas inspecciones a menudo no se realizan con la frecuencia o rigurosidad necesarias, lo que deja a muchos edificios sin una supervisión adecuada. Para mitigar esta problemática, García destacó la implementación actual de la campaña de concientización pública que impulse a los propietarios y constructores a cumplir con la normativa y que ejerza presión sobre las autoridades para que la Ley 7.740 sea reglamentada. “Para que una ley entre en vigencia necesitamos un decreto reglamentario del Poder Ejecutivo, y es importante que la sociedad esté informada y exija estos controles”, afirmó.