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El Parlamento de Corea del Sur destituyó al presidente Yoon Suk Yeol

El Parlamento de Corea del Sur aprobó este sábado la destitución del presidente Yoon Suk Yeol tras el polémico decreto de ley marcial emitido el pasado 3 de diciembre.

La decisión, que agrava la crisis política en el país, fue tomada por una mayoría de 204 votos a favor y 85 en contra en la Asamblea Nacional.

Suspensión del presidente y liderazgo interino

Con esta votación, Yoon quedó suspendido de sus funciones. Mientras el Tribunal Constitucional delibera si ratifica su destitución, un proceso que podría extenderse hasta 180 días. Durante este periodo, el primer ministro, Han Duck-soo, asumirá como presidente interino. Si el tribunal confirma la decisión, Corea del Sur deberá convocar elecciones presidenciales dentro de 60 días.

Un decreto que desató el caos

La crisis se originó cuando Yoon decretó la ley marcial, la primera en más de cuatro décadas. Eso paralizó las actividades del Parlamento, afectó los mercados financieros y generó indignación nacional. Aunque el decreto solo estuvo en vigor por seis horas, la Asamblea Nacional lo revocó de manera unánime, obligando a Yoon a retirarlo.

Previo a la votación parlamentaria, Yoon desplegó tropas y policías para bloquear el acceso al Parlamento, pero las fuerzas se retiraron sin incidentes violentos. Su acción fue considerada por la oposición y expertos legales como un intento de subvertir el orden constitucional. También, como una violación flagrante de la ley surcoreana, que restringe la declaración de ley marcial a situaciones de guerra o emergencias extremas.

Acusaciones de rebelión y abuso de poder

La moción de destitución acusó a Yoon de “rebelión”. Además, señaló que su decreto buscó socavar la Constitución, amenazar al Parlamento y poner en riesgo la paz en el país. Además, el mandatario enfrenta una investigación por posibles delitos de abuso de poder y traición, con posibilidad de arresto.

Según la ley surcoreana, el presidente no está exento de cargos por rebelión o traición. Si es culpable, enfrenta una cadena perpetua o incluso la pena de muerte.

Manifestaciones en las calles

En las semanas previas a la destitución, decenas de miles de ciudadanos se manifestaron en las calles de Seúl, desafiando el frío extremo para exigir la renuncia de Yoon. Los manifestantes, que utilizaron símbolos de la cultura pop como barras de luz de K-pop para expresar su descontento, acusaron al presidente de haber perdido legitimidad.

Por otro lado, simpatizantes conservadores del presidente también organizaron protestas pacíficas en apoyo a Yoon, reflejando la polarización en el país.

División política y críticas al gobierno

El presidente, en un discurso el jueves, calificó las acusaciones en su contra como infundadas y acusó al principal partido opositor, el Partido Democrático, de ser una “fuerza antiestatal”. Sin embargo, su postura no evitó que legisladores oficialistas se unieran a la oposición en la votación de destitución, marcando un golpe significativo para su administración.

Una crisis política sin precedentes

Además de Yoon, varios altos funcionarios, incluyendo al ministro de Defensa y al jefe de la policía nacional, han sido arrestados por su papel en el decreto. Otros altos mandos están bajo investigación, mientras Corea del Sur enfrenta una de las peores crisis políticas en su historia reciente.

La resolución del Tribunal Constitucional será crucial para determinar el futuro político del país y la estabilidad de su democracia en medio de esta tormenta política.

Fuente: Infobae

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