Con la consigna “¿Qué carajo hacemos?”, Ofelia Fernández habló con jóvenes en Salta

“¿Qué carajo hacemos? La comunidad desbordada”, fue la consigna con la que se desarrolló el encuentro convocado por la legisladora porteña Ofelia Fernández, ayer sábado en el marco de las actividades que realiza Patria Grande, el espacio de Juan Grabois dentro de Unión por la Patria.

Nuevo Diario accedió al diálogo exclusivo, y a su análisis sobre la coyuntura nacional, a la luz de los sorpresivos números que arrojaron las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del mes de Agosto, y de las estrategias que abordan en el oficialismo, con miras a recuperar votos, ganar indecisos y “volver a enamorar” a los desencantados.

“Evidentemente hubo una alerta muy clara en las primarias de votantes muy distintos a lo largo y ancho de la Patria, de distintas edades y sectores sociales. Hay un mensaje, y si bien se habla mucho de esta cosa del voto castigo a la política o al presente,  yo creo que hay un poquito más que eso, y que también hay un voto esperanza", profundizó la legisladora de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y apuntó: “Hay algo de la frustración de los últimos ocho años sobre todo de la Argentina, que desembocaron en este nuevo profeta sin historia que es Milei, que es nuevo, si lo leemos superficialmente, aunque sus ideas no lo son”.

En cuanto a la convocatoria, y a la militancia de los principales referentes en distintos puntos del territorio nacional, Ofelia sostuvo: “estamos en un momento en el que tenemos que aprender mucho y hacer autocrítica,  porque no es tan loco que aparezca una esperanza ahí (en relación al espacio libertario). La razón de estas actividades, y este sello de ‘comunidad desbordada’, es más que discutirles la esperanza a ellos. Hay que recuperar la nuestra, acordarnos de cuál es nuestro horizonte, y las demandas que van a venir”.

Reconstruir esperanza

“Yo no quiero ir a decirles a las personas que le tengan miedo a ese futuro que votaron sin comprometernos a darles un futuro mejor”, prosiguió la referente de los jóvenes del oficialismo y añadió: “no quiero defender el presente así como está, entonces creo que la idea de estos encuentros es reconstruir la esperanza, y obviamente intentar contagiarla e intentar ganar la elección que es algo que creo que todavía puede pasar.

En mi caso, como militante de la campaña de Sergio Massa a nivel nacional, creo que hay más que eso, y que si ganamos tiene que ser distinto. Entonces hay que empezar a construir esas condiciones y empezar a encontrarnos entre nosotros y un poco más”.

Ofelia Fernández también analizó la campaña para recuperar votos, que llevan adelante desde Unión por la Patria, en un panorama que presenta para las elecciones de octubre, modelos contrapuestos de políticas y hasta de ideologías: “No vengo a disputar votos, creo que mejor que un candidato o un dirigente intentando convencer desde lejos, son las personas que se sientan confiadas y convencidas para discutir con sus amigos, familiares, vecinos”, sostuvo la referente de Unión por la Patria que además expresó: “esa es a la gente a la que intento, a riesgo de sonar un poco mística, cargar de alguna especie de optimismo, y que me carguen a mí también. Ojalá que podamos convencernos de nosotros mismos y ahí sí intentar convencer a los demás”, insistió.

¿Voto joven y libertario?

La diputada porteña respondió a los discursos y encuestas que apuntan a un porcentaje de jóvenes, que eligieron en las PASO, a los candidatos de la Libertad Avanza, y al mote que se le atribuye a ese espacio, de capitalizar tal sector.

“Es difícil discutir la política desde lo generacional, porque es la edad en sí, y en una edad caben mil miradas, mil mundos, mil perspectivas”, explicó y advirtió: “Lo más difícil es sintetizar las ideas de gente que solamente comparte su edad, creo que pensar que esa generación es libertaria y banca a Milei , también es un error”. En ese aspecto opinó que: “no hay una mayoría politizada por la ultraderecha”, dijo. “Lo que sí se puede decir es que hay un sentimiento de rechazo hacia la política. El resumen de un pibe es que en estos ocho años no mejoró nada, es el ‘váyanse a cagar y si no recuperamos la conversación con esa generación, van a tirar para donde puedan, y lo que hay es esto que es una tragedia”.