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“Intentar desprenderse de las acciones de YPF sería un grave error de Milei”

La motosierra del electo presidente Javier Milei se puso en marcha desde el minuto cero. Así y paradójicamente en el Día de la Soberanía, comenzó la confirmación de la serie de dramáticas medidas prometidas en campaña, entre ellas el avance sobre las empresas públicas, específicamente YPF, pese a los registros récords de ganancias y producción.

Frente a este marco, y en diálogo con Nuevo Diario, Pablo Kosiner, uno de los ex Directores de YPF, explicó la inviabilidad de las intenciones y sobre todo las imprecisiones sobre la percepción de esta empresa, que aclaró “no es del Estado, sino que es una sociedad anónima con mayoría de acciones en manos del Estado Nacional y de las provincias”.

En ese sentido, el ex legislador nacional precisó que el 51% de las acciones de YPF, de sociedad anónima, está en manos del Estado Nacional y de las provincias, por lo que tratándose de una sociedad anónima, no es una empresa del Estado. “YPF hoy no le cuesta un peso al Estado Nacional porque no está en el presupuesto nacional ya que no recibe subsidios del Estado. Eso para aclararlo por un lado, con lo cual el término privatizar no está bien utilizado. Lo que podría llegar a hacer la gestión de Milei es, en todo caso, desprenderse de las acciones de YPF”, dijo Kosiner.

No obstante, también explicó que “para eso no es una decisión que pueda tomar voluntariamente o unilateralmente; debe pasar al Congreso de la Nación, reunir el quórum agravado de 2 tercios y además contar con la decisión y el acompañamiento de las provincias que también tienen acciones en la petrolera”.

“Una mala decisión”

Siguiendo con su análisis, Pablo Kosiner opinó además que “sería un gran error y un desacierto desprenderse de las acciones de una de las empresas más prestigiosas a nivel internacional”, y señaló que YPF ha tenido en los últimos años una revalorización de su paquete accionario récord en la Argentina: “es la empresa que más ha crecido en ese sentido, ha diversificado su actividad, y hoy no solamente está vinculada a la actividad petrolera o de combustible, sino que todo el 70% u 80% de la actividad de Vaca Muerta se debe al impulso de YPF”. Además, detalló el trabajo en paneles solares; la tecnología a través de la construcción de fábricas de celda de feria; y también “se está involucrando en el tema litio a partir de YPF Litio, ya que se está trabajando a partir de la investigación y desarrollo de productos del agro a través de YPF Agro, y tiene una potencialidad para seguir creciendo no solamente a través de litio y Vaca Muerta, sino también en exploraciones nuevas que se están haciendo en el mar argentino”, precisó.

“YPF es una sociedad anónima que participa en el Estado Nacional y las provincias, y representa una herramienta para el desarrollo político y para la generación de divisas para la Argentina, así que me parece que es un error desde el punto de vista de las políticas de desarrollo de nuestro país si Milei intenta desprenderse de las acciones de YPF”, insistió el ex director de la empresa.

¿Entonces por qué privatizar YPF?

Milei expresó la necesidad de recomponerla, criticando el deterioro que, según él, ha sufrido la empresa desde su estatización. "Desde que el señor [Axel] Kicillof decidió estatizarla, creció el deterioro que han hecho de la empresa en términos de resultados para que valga menos que cuando se la expropió… Evidentemente lo primero que hay que hacer es recomponerla", afirmó.

Lo cierto es que las apreciaciones del ahora electo presidente no coincidirían con los números de la compañía que, más allá de los puntos beneficiosos que pormenorizó Pablo Kosiner, precisamente días atrás, detalló que durante el tercer trimestre de 2.023 registró un alza de producción del 5% en petróleo y del 3% en gas natural, apalancados por el muy buen desempeño de las operaciones en Vaca Muerta.

Al comunicar sus resultados al mercado, la empresa precisó que las ganancias antes de impuestos, intereses y amortizaciones (EBITDA) alcanzaron los 926 millones de dólares.

Expuesto así el detalle del funcionamiento de la empresa, la insistente decisión de avanzar en la privatización a todas luces encuadraría dentro de un posible plan de Milei para conseguir con relativa rapidez el enorme colchón de divisas necesarias para encarar el prometido plan de dolarización de la economía.

Una vieja mala receta

No obstante, lo cierto es que la receta de vender activos estratégicos para encauzar una política cambiaria neoliberal y asegurar grandes negocios al capital extranjero a cambio de inyección de divisas, ya se cocinó durante el primer período de Menem, máximo referente del presidente libertario.

Lo que Milei y su equipo omiten al despreciar la estatización de YPF, es un detalle del relato de cómo funcionaba en ese momento Yacimientos Petrolíferos Fiscales, sobreexplotado en sus reservas, que se monetizaba, fugando hacia España los recursos nacionales. Todo esto sin contar en gran detalle las miles de pérdidas de fuentes laborales genuinas, sobre todo en el norte, con un correlato de la supuesta transformación empresaria de YPF que devino en que, de los 51.000 trabajadores en todo el país que tenía antes de su privatización, quedaron solo 5.690 en 1.995, es decir, una reducción del 88,9% en apenas 6 años a través de una sistemática política de retiros voluntarios, jubilaciones anticipadas, despidos directos y cesantías. Un dolor y una herida que no cierra en aquello que supo ser una de las zonas más pujantes de nuestro país. A partir de su reestatización, YPF comenzó a revertir en términos de producción e inversión, y no sólo lo comprueban los números anteriormente expresados, sino las ganancias del año pasado, con lo que resultan aún más inentendibles las razones de esta decisión.

Datos oficiales

La petrolera detalló que "en los primeros nueve meses del año se llevan invertidos más de 4.200 millones de dólares, lo cual representa un incremento de más del 50% en dólares respecto del mismo período de 2.022". En ese sentido reafirmó: "la intención de completar su plan de inversiones para todo el año que se estima va a superar los 5.000 millones de dólares". La compañía puntualizó que "la actividad no convencional continuó siendo el principal eje de crecimiento de YPF. Mostró un crecimiento del 20% mientras que la de gas no convencional aumentó un 6%, en relación con igual trimestre del año anterior.

Más números

En ese mismo marco, la empresa subrayó que la producción total de hidrocarburos durante el tercer trimestre totalizó 520 mil barriles equivalentes diarios. La producción de petróleo promedió los 237 mil barriles diarios, un crecimiento del 5% respecto al tercer trimestre de 2.022, mientras que en gas se incrementó un 3% respecto al trimestre anterior y ascendió a 37,5 millones de metros cúbicos diarios.

Adicionalmente, en este período la compañía continuó incrementado sus exportaciones de petróleo neuquino a Chile a través del Oleoducto Trasandino, el cual inició sus operaciones en el trimestre anterior. En tanto, los volúmenes vendidos de combustibles en el mercado local en el tercer trimestre alcanzaron un nuevo máximo histórico.

 

 

 

 

 

 

 

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