La sequía retrasa la siembra de soja y suma incertidumbre al sector

Según la Bolsa de Comercio de Rosario, en la zona núcleo hasta el momento se sembró solamente el 5% del área con la oleaginosa, cuando hace un año atrás se había sembrado el 50% de los lotes. La situación del maíz y el trigo

La sequía que puso en jaque a la cosecha fina sobre el cierre del año amenaza también con afectar al cultivo de exportación más importante del sector agropecuario argentino y del que depende el Banco Central para intentar mantener un nivel aceptable de reservas internacionales a lo largo de 2023.

La falta de agua ya afecta a la soja en la región núcleo y en el sector advierten que es “la siembra más trabada e incierta de los últimos 12 años”.

Se trata del principal complejo exportador de la Argentina el que está siendo afectado. De acuerdo al informe semanal de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, “las extremas condiciones climáticas ahora ponen contra las cuerdas a la siembra de soja. Hace un año ya se había sembrado la mitad de la soja en la región, hoy solo 250.000 hectáreas, o sea solo el 5%. Es la siembra más trabada e incierta de los últimos 12 años”.

Además, señalaron que en materia climática, la estadística muestra que el valor medio de precipitaciones debería estar en torno a los 850 a 900 milímetros, pero la cifra del 2022 es de casi un 50% menos, con una media regional de 480 milímetros.

Y se suma más preocupación al presente de la campaña de soja, cuando se plantea desde el informe privado que “al menos por una semana no hay pronóstico de lluvias para la región”. En ese sentido, la perspectiva climática que se presentó sostiene que “para la primera quincena de noviembre los pronósticos no son alentadores: la presencia de un importante centro de alta presión que se ubicará sobre la porción central del país inhibirá la formación de nubosidad alejando la posibilidad de precipitaciones durante la primera semana del mes. Y también es difícil que se den en la semana siguiente las tan ansiadas lluvias importantes que le den un vuelco a esta situación”.

Mientras tanto, en los diferentes distritos que conforman la zona núcleo, los técnicos de la Bolsa de Rosario sostienen que “se sembraron algunos lotes pero solamente tienen la humedad para poder germinar, teniendo esperanzas de nuevas lluvias en la primera quincena del mes de noviembre”. Y por otro lado advirtieron que “se van a reducir fertilizantes, algunos no van a fertilizar. Otros no colocarían inoculantes. Muchos productores optarán por una estricta economía de guerra”.

Es decir, en aquellos lugares que son los más castigados por las inclemencias climáticas desfavorables, “se está replanteando la estrategia productiva, o sea el nivel tecnológico que se aplicará este año en la oleaginosa. Necesitamos más de 100 milímetros para que las siembras sean normales y recuperemos la tranquilidad. Bajo éstas circunstancias debemos ser muy eficientes y defender al máximo el potencial”.

Maíz y trigo

El maíz es otro de los cultivos de verano que también enfrenta un inicio de campaña complejo. Al respecto, el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario señaló que en numerosas localidades “hay una mínima cantidad sembrada con maíz temprano”. La misma en toda la región alcanzó hasta el momento entre 150.00 a 200.000 hectáreas, cuando deberían se deberían haber sembrado 1,5 millones de hectáreas.

A todo esto, los especialistas detallaron que en algunos distritos de la zona núcleo “no hay maíz temprano implantado y hasta hace poco se pensaba hacer las siembras pendientes como maíz tardío. Pero en estas circunstancias, prácticamente el 50 % de la intención de siembra pasó a soja de primera”.

Por último, el caso del trigo. La preocupación que hay es por el volumen que finalmente se va a cosechar, y por otro lado la calidad del mismo. En ese sentido, la guía Estratégica para el Agro, sostienen que la misma “será muy mala, y habrá descuentos. Es otro daño que genera más costos a las pérdidas que calculamos”. Es un hecho que el cereal rendirá poco y a su vez hay que descontarle las mermas de calidad.

 

Infobae

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