Por ahora en JxC Zapata, Nanni o Liendo siguen con aspiraciones para la gobernación

Este 2023 es un año electoral elemental para el rumbo de los salteños. En el orden local, sin las primarias, en mayo se debe dilucidar quién será el próximo gobernador.

Por un lado, el oficialismo propone dar continuidad al proyecto de Gustavo Sáenz, que irá por un segundo mandato. Y por el lado de la oposición, aquella alineada a nivel nacional con el macrismo o Juntos por el Cambio, apuesta a dar un golpe político que deje atrás la hegemonía de las fuerzas políticas que permitieron que hubiera desde 1995 tres mandatos sucesivos de Juan Carlos Romero, otros tres de Juan Manuel Urtubey y ahora la reelección de Gustavo Sáenz.

Pero en JxC no hay un líder absoluto, hoy los nombres que podrían competir por la primera magistratura son los de los diputados nacionales Carlos Zapata (Ahora Patria) que tiene como conductor partidario al empresario sojero Alfredo Olmedo, Miguel Nanni representante de la UCR salteña y acérrimo crítico del kirchnerismo. Y finalmente Inés Liendo que milita desde sus inicios políticos en el PRO y que fue funcionaria inclusive del expresidente Mauricio Macri.

Hasta ahora no hay nada definido al respecto y se sabrá pronto quién cederá en sus pretensiones gubernamentales.

Por lo pronto se mostraron juntos, marcando el camino de unidad.

Recientemente la mesa de conducción de Juntos por el Cambio en Salta ratificó su vocación de gobernar la provincia y dejar definitivamente atrás la era del feudalismo y la decadencia.

Indicaron que la gestión de Gustavo Sáenz ha sido una verdadera catástrofe para nuestra provincia. En lugar de honrar el voto de confianza recibido en 2019, el gobernador decidió alinearse al Frente de Todos, apoyando proyectos vergonzosos impulsados desde el kirchnerismo, tales como la ampliación de la Corte y la intervención del Poder Judicial, para defender a Cristina Fernández de Kirchner en ocasión de su reciente condena penal.

A estas actitudes, se le añade dersde el punto de vista de este sector, el pésimo manejo de las cuentas públicas en la provincia, la subejecución presupuestaria, la falta total de transparencia y el notorio desmanejo de rubros esenciales cómo la salud, la educación y el agua, circunstancias todas que tornan urgente un cambio de rumbo en la provincia de Salta.

 

 

 

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