70 miembros de comunidades originarias caminaron a Salta en reclamo por el agua

Durante el fin de semana, aproximadamente 70 personas, entre adultos y niños de las comunidades de La Mora II, Toba y Klonajé; tuvieron que movilizarse en busca de obras que garanticen el acceso a algo tan elemental como el agua.

Si bien fueron asistidos por la Secretaría de Asuntos Indígenas, hasta ahora no tienen fechas de audiencia ni respuestas certeras a su pedido.

El comunicado oficial emitido desde el seno de las comunidades, refiere que el pedido de la audiencia busca "hacer efectivo" la solicitud de la construcción de pozos de agua en la región Tartagal y misiones aledañas.

El impacto de la deforestación y el monocultivo no sólo repercute en la calidad de agua al que estas comunidades acceden con bastantes dificultades, sino también contribuye al gran monstruo del calentamiento global. De hecho, durante la próxima semana se esperan en la zona temperaturas superiores a los 40°.

Pese a que la Secretaría de Prensa del gobierno de la provincia publicó que desde la Secretaría de la Delegación de Asuntos Indígenas se encuentran asistiendo a los "recién llegados" con alimentos y hospedaje, su estadía en la Capital ha sido hasta el momento una travesía poco feliz. 

El primer día de su llegada fueron recibidos en el club deportivo Popeye, estos en breve manifestaron la imposibilidad de seguir albergando a las comunidades, por lo que finalmente fueron trasladados a las instalaciones del Ejército.

Sin una fecha de audiencia confirmada y con escasez de alimentos, las comunidades siguen esperando respuesta por parte de los funcionarios de la provincia.

Hasta el momento sólo se habría acercado el subsecretario de Asuntos Indígenas para llevarles merienda. Los manifestantes advirtieron que, de persistir esta falta de diálogo por parte del gobierno provincial, las comunidades prevén realizar caminatas por algunos puntos del centro de la ciudad para que uno de sus reclamos históricos cobre visibilidad: “acceso a agua potable".

La decisión de movilizarse por parte de las más de 70 personas, surge tras la crítica situación que se vive actualmente en el norte provincial: la histórica demanda del elemental líquido, además se le suma la bajante de los ríos que abastecen a las plantas de la zona. Existe también, y como definición del gobierno, una declaratoria de emergencia provincial, sumados a cambios estratégicos en la administración de la empresa responsable de la provisión de este recurso en todo el territorio.

Sin embargo y hasta el momento, ninguna medida alcanza a mitigar la desesperante situación que los impulsó a trasladarse con las vicisitudes propias del calor y la distancia, buscando una respuesta formal y definitiva.

 

 

 

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