Tartagal: El municipio monitorea la potabilidad del agua
Guido Soruco, secretario de Aguas de Tartagal, confirmó que se están estudiando las cianobacterias y cianotoxinas junto a profesionales de la UNSa y CONICET para el tratamiento del agua que recibe la población.
En diálogo con Nuevo Diario, Soruco comunicó que se están llevando a cabo estudios de investigación de las cianobacterias y las cianotoxinas que son producidas´por el efecto de la floración de las algas. Dichas muestras se extraen de la laguna de El Limón para ver el desarrollo que están tienen y si el tratamiento es efectivo para la mejora de la potabilidad del agua destinado a la población de Tartagal.
“Acordamos de hacer muestras periódicas para estudiar la evolución de estas cianobacterias por lo menos cada 45 días y enviárselas a Salta para que ellas hagan los análisis correspondientes para su análisis y determinación en cuanto a la cantidad y evolución de las cianobacterias”, expresó.
Asimismo, Soruco explicó que las muestras serán tomadas en diferentes lugares, una o dos en el dique de El Limón y otras en el Río Itiyuro para ver si el tratamiento tiene efecto.
“Luego de eso vamos a tomar dos muestras en diferentes puntos de la población de Tartagal que recibe el agua para ver cómo llega y cómo se está consumiendo y cuál es la calidad del agua de Tartagal”, acotó.
Por último, agregó que las condiciones del agua se encuentran en los márgenes de potabilidad, sin embargo desde la Secretaría del Agua se viene trabajando para reforzar.
Desarrollo del tratamiento
Con respecto a los estudios, indicó que a través de un laboratorio de carácter piloto se extrae la siempre de las plantas con agua del dique El Limón. Asimismo, mensualmente o cada tres meses, se derivan entre 180 a 200 litros de agua a la Universidad de Salta para que se realice la incubación del bien.
Asimismo, desde la Secretaría del Agua se están comprando kits de análisis de campo para llevar adelante las determinaciones, teniendo en cuenta que se acercan tiempos de sequías.
Por otro lado, se hará uso del agua extraída desde el Limoncito o del Río Itiyuro para afrontar las futuras sequías. Cuando se deba hacer uso del agua correspondiente, se corrobora si se muestran resultados con respecto a la disminución de la cantidad de cianobacterias por mililitro.