Apostarán a la creación de la Ruta de las Aguas Termales del Norte Grande
El Parlamento del Norte Grande tiene en su agenda abordar la creación de la Ruta de las Aguas Termales en las provincias que la integran y tienen disponible o pueden concretar apertura de servicios en esas fuentes naturales dispersas por la región.
Si bien hay varias conocidas y que captan anualmente los contingentes turísticos, con la denominada ruta regional se podrá incrementar esas posibilidades sumando otras aguas termales que no cuentan hasta el presente con la debida infraestructura y difusión correspondiente. El proyecto fue incluido en la última asamblea que reunió a los vicegobernadores y legisladores de las 10 provincias que conforman el Parlamento del Norte, además de tener el aval del conjunto de los gobernadores del bloque regional. En el caso de las aguas termales que ya cuentan con infraestructura, el propósito es incrementar su capacidad tanto con los baños y piletones, como también sectores para el pernocte de los contingentes; y de los que carecen de servicios, se busca apuntar a las obras que se requiera, que para ello es menester obtener financiamiento nacional e internacional, según los casos.
En el Noroeste argentino están disponibles las aguas termales en las seis provincias que lo integran, y estas son: las de Rosario de la Frontera, en Salta, cuyo intendente, Gustavo Solís, ya anticipó su adhesión a este proyecto; Río Hondo, en Santiago del Estero; la de Reyes, en Jujuy; la de Taco Ralo, en Tucumán; la de Santa Teresita e Aimogasta, en La Rioja; y la de Fiambalá, en Catamarca. Son los complejos termales de relevancia a los que se agregan otros como es el caso de El Sauce, en Salta; las del Jordán, en la yunga jujeña, o la de Aguas Calientes de Caimancito, en Jujuy; la Aguadita, en Catamarca; por nombrar algunos.
Y en el resto del Norte Grande, sobresalen las aguas termales de Roque Sáenz Peña, en la provincia de Chaco, consideradas unas de las mejores de la Argentina en cuanto a propiedades medicinales; las termas de Oberá, en Misiones; el complejo termal de Monte Caseros, en Corrientes; entre las de mayor relieve.
Otra alternativa para “La Linda”
Salta es una provincia de neto corte turístico; encabeza los arribos en el noroeste argentino, tiene la particularidad de sus bellezas y sus diferentes climas, está vinculada territorialmente a seis provincias que son Jujuy, Chaco, Formosa, Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca, además de sus pasos fronterizos con tres países que son los de Chile, Bolivia y Paraguay.
La oferta turística de un tiempo a esta parte incluye los circuitos de los Valles Calchaquíes, la Capital, el Tren a las Nubes -atractivo mundial-, las actividades náuticas en sus espejos de agua como el de Cabra Corral, el Tunal, etc. El turismo de aventura y trekking es otra propuesta que viene desde hace años, también la visita a los sitos arqueológicos -caso de las ruinas de Tastil-, por ejemplo. Últimamente se menciona la Ruta del Vino como ocurre en Mendoza, se sumó oportunamente el turismo religioso -hoy en esta Semana Santa miles de viajeros eligieron Salta-. Y ahora se avecina la Ruta de las Aguas Termales, en la que Salta tiene una variada propuesta que se acrecentará a medida que se concreten más inversiones en el área por parte del Estado y del sector privado. Al respecto desde el Ministerio de Turismo y el Banco Nación se están impulsando líneas de crédito específicas para apoyar los emprendimientos termales privados.
Como se indicó en un último congreso del sector termal, "hay cadenas hoteleras que están apostando a este segmento con fuerza, son inversiones destinadas a crear espacios de alto nivel de confort en los que se pueda integrar el tema del bienestar con el médico".
Propuesta de mayor empleo
La creación de la Ruta de las Aguas Termales está en marcha y ahora dependerá de las acciones que se cumplan en materia legislativa este 2023 así como los acuerdos que pudieran llevarse adelante entre las 10 provincias del Norte Grande y el gobierno nacional, además de contar con el aporte de recursos vía entidades como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Mundial o la CONCAFAC, entre otros. Cabe destacar que Argentina cuenta con 400 fuentes termales naturales distribuidas en 21 provincias, de las cuales 200 están disponibles para su explotación.
Incrementar el número de fuentes termales y generar la citada ruta regional, permitirá crear nuevas fuentes de trabajo que no solo compete a la atención que se prodiga en esos centros termales sino lo atinente a hospedaje, gastronomía, transporte y recorridos por circuitos turísticos, en concreto, ingresos de recursos económicos. En un reciente informe, se indica que en el país hay 200 termas disponibles para explotación, pero en sólo 66 se realizan actividades y sólo en 55 hay infraestructura para recibir a alrededor de dos millones anuales de turistas.
El turismo termal no solo capta a los contingentes de la tercera edad por una cuestión de tratamientos de salud, sino también a otras franjas etarias y que pueden conjugar el uso de las aguas termales con deportes y otras actividades complementarias.
Este año el Parlamento del Norte Grande se abocará a esta temática, teniendo en cuenta el acuerdo tácito entre los vicegobernadores y legisladores de las 10 provincias que la conforman.
En las reuniones de este cuerpo legislativo regional seguramente habrá pronunciamientos al respecto.
Y entre ellos se buscará el apoyo del gobierno nacional para poder concretar los emprendimientos tanto los de competencia estatal así como los correspondientes a la órbita privada.
Rompe también la estacionalidad turística
Para el futuro, es inminente que será una realidad la Ruta del Turismo Termal, así como ocurre en Europa o también en Estados Unidos, y esta será significativa porque mantendrá la estacionalidad durante todo el año.
La trascendencia del turismo termal, está dada en que rompe la estacionalidad puesto que los arribos por parte de los operadores turísticos o bien de turistas que se manejan de modo individual pueden planificarse durante todo el año.
Como ejemplo basta citar en estos últimos años los viajes que se realizan por la adoración y promesas a la Virgen del Cerro -aquí en la Capital salteña-, los contingentes turísticos arriban a los largo de todo el año.
Lo propio habrá de ocurrir con quienes necesitan para aliviar sus problemas de salud con el tratamiento en las aguas termales.
Esto contribuirá al turismo interno y favorecerá a los distintos complejos turísticos ubicados en las 10 provincias del Norte Grande.
Hay que hacer inversiones, es indudable, esto porque se debe competir con los complejos termales del litoral, caso de Entre Ríos que dispone de varios complejos, así como los de la propia provincia de Buenos Aires o Santa Fe y Córdoba. Sin olvidar a los de la zona de Cuyo tan relevantes como los de Mendoza, San Juan y San Luis.
Mejores posibilidades
El territorio salteño, no solo por su extensión sino por su variada orografía cuenta con varios sitios donde se observan correr aguas calientes e inclusive geiseres. Tanto en el departamento de Los Andes se da esta situación con agua termales en la zona de Socompa -en el límite con la República de Chile-, también en cercanías de San Antonio de los Cobres. Esta última son otra de las posibilidades en La Puna, aunque cuentan con alto contenido de arsénico lo que podría ser inviable para los grupos turísticos que buscan curar sus enfermedades con aguas curativas.
Ocurre lo propio en el departamento Santa Victoria donde hay agua termales y se observan los chorros de agua caliente que brotan desde el interior de la tierra .
Sobresalen también las aguas termales de El Ceibal (departamento La Candelaria), río Luracatao (en el departamento de Molinos), las de El Galpón en el departamento de Metán, la de Saladillo y Las Cañas, esta última en el departamento de Anta.
Estas serían algunas de las aguas termales que en Salta aún carecen de infraestructura correspondiente, por lo que se deberá trabajar desde las áreas de turismo y obras públicas para concretar los nuevos complejos termales en el vasto territorio salteño.