Condenan a 4 años de prisión a un hombre que transportaba droga en una mochila
En sentencia dictada de modo unipersonal, el juez integrante del Tribunal Oral Federal N°1 de Salta, Mario Marcelo Juárez Almaraz, condenó a 4 años de prisión a Adán Eusebio Fernández, quien fue hallado culpable del delito de transporte de estupefacientes.
El juicio fue impulsado por la Sede Fiscal Descentralizada de Tartagal, a cargo del fiscal federal Marcos Romero, quien contó con la asistencia del auxiliar fiscal Rafael Lamas.
La sentencia, dada a conocer el 3 de abril, responde a un hecho ocurrido el 4 de noviembre pasado, cuando efectivos del Escuadrón 61 de Salvador Mazza de la Gendarmería Nacional fueron alertados por la presencia de motociclistas en la ruta provincial 54, a la altura de una gruta erigida al “Gauchito Gil”.
Tanto en el alegato de apertura como al concluir el debate, el fiscal Romero mantuvo la acusación seguida contra Fernández. Explicó que el día del hecho, al promediar el mediodía, el sujeto fue sorprendido por una patrulla de gendarmes, quienes habían sido alertados por tres mujeres sobre la presencia sospechosa de dos motociclistas.
Agregó que, en ese contexto, los gendarmes observaron que en una motocicleta viajaban dos personas y en la otra solo una. Al percatarse sobre la presencia de los efectivos, los motociclistas rápidamente se dieron a la fuga en direcciones diferentes. Ante ello, los gendarmes optaron por realizar un seguimiento controlado sobre el hombre que llevaba una mochila a sus espaldas.
De acuerdo con la reconstrucción realizada por la fiscalía, el motociclista era Fernández, quien escapó por un viejo camino que conduce a la ciudad de Aguaray, aunque no llegó a ese destino sino al paraje Campo Durán, donde en forma intempestiva ingresó a un domicilio. La morada no tenía ocupantes. En ese lugar, abandonó la mochila y la motocicleta, para luego huir por el fondo de la propiedad.
Los gendarmes, que en ningún momento perdieron de vista al motociclista, no lograron detener al hombre debido a la espesura del monte que lindaba con los fondos de la casa, por donde escapó. No obstante, secuestraron la motocicleta y la mochila, en cuyo interior encontraron tres paquetes de marihuana, cuyo peso ascendió a 2,700 kilogramos.
En función de ello, el juez Juárez Almaraz declaró culpable a Fernández y, posteriormente, en el juicio de determinación de pena, le impuso cuatro años de prisión y el pago de una multa, y decomisó la motocicleta utilizada durante la operación de tráfico de estupefacientes.
Confesó que llevaba la droga en la mochila
Para continuar con la búsqueda del motociclista, por disposición de la fiscalía, los gendarmes regresaron al sector de la ruta 54 donde vieron las dos motocicletas, a efectos de realizar una geolocalización.
En esa actividad, visualizaron al conductor que buscaban, a quien reconocieron por la ropa que vestía y el gesto de cansancio que evidenciaba, entre otros indicadores.
Al no contar con ninguna clase de documentación, a fin de su cabal identificación, el sospechoso fue trasladado a la base operativa de la Sección Vial Caraparí, donde manifestó espontáneamente, en presencia de testigos, que era quien manejaba la motocicleta y transportaba la mochila con la droga. De acuerdo con lo informado, dijo que lo había hecho para obtener un beneficio económico.
En función de que el relato del hecho presentado en el juicio fue refrendado por las pruebas presentadas, la fiscalía solicitó al tribunal que se declare a Fernández penalmente responsable del delito imputado.
La fiscalía sostuvo que la droga que transportaba tenía una capacidad de producción de 120 mil dosis, que representa el daño en abstracto del hecho antijurídico neutralizado por el accionar de los gendarmes.
Destacó también que los efectivos no abandonaron la búsqueda del acusado, aún una hora después de que se desprendiera de la droga y se internara en una zona montuosa.
La sentenciaron por robo en poblado y en banda
El 26 de octubre del año pasado un grupo conformado por tres hombres y una mujer interceptaron al denunciante cuando volvía a su casa por la calle Esteban Echeverría.
Entre los tres hombres le impidieron el paso mientras que la acusada le revisaba los bolsillos para sustraerle el celular. El denunciante contó que en todo ese tiempo ella lo amenazaba con un pedazo de botella de vidrio.
Una vez cumplido su cometido, los cuatro se dieron a la fuga y la víctima comenzó a perseguirlos hasta llegar a una zona conocida como “la Ranchada”. Dio aviso a la policía, y la mujer fue detenida desde ese lugar.
La jueza de Garantías 1, Ada Zunino, condenó en audiencia de juicio abreviado a Jorgelina Marta Flores, de 25 años, por ser autora del delito de robo calificado por ser en poblado y en banda, y le impuso la pena de tres años de prisión de ejecución condicional. Por el tiempo de la condena tendrá la obligación de someterse al cuidado de la Dirección de Inserción Social y Supervisión de Liberados de Salta, fijar domicilio y comunicar cualquier cambio. Además tendrá prohibido acercarse a la víctima, a su domicilio, lugar de trabajo y a donde concurra en un radio de doscientos metros. Tampoco podrá ejercer actos de violencia físicos o psicológicos en su contra o de su grupo familiar, ni usará estupefacientes o abusará de la ingesta de bebidas alcohólicas. Finalmente, no cometerá nuevo hecho que pueda ser considerado delito, y tendrá la obligación de realizar un tratamiento para las adicciones.
En caso de incumplir alguna de estas reglas de conducta podría dejarse sin efecto la modalidad condicional de la pena, que sería de cumplimiento efectivo. Finalizada la audiencia recuperó su libertad.