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El empleo en tiempos de transición económica proyecta expectativas contenidas

En medio de una economía que empieza a mostrar señales de estabilización inflacionaria, el empleo en Argentina transita un nuevo escenario: menos confrontativo, más cargado de expectativas contenidas, y todavía sin certezas estructurales.

El dato de inflación de mayo, del 1,5 %, confirma una tendencia descendente que comenzó en enero (cuando la cifra fue 20,6 %) y continuó en abril con un 2,8 %. En este contexto, el Gobierno nacional promueve acuerdos salariales moderados, con incrementos que buscan acoplarse a un esquema de inflación “en baja”, pero sin crecimiento real del poder adquisitivo.

Paritarias con “expectativa contenida”

En el sector privado, los gremios más representativos ya empiezan a cerrar acuerdos bajo este nuevo paradigma. Camioneros firmó un aumento escalonado del 3 % en tres tramos y una suma fija de $45.000. Los petroleros sellaron una pauta del 12 % anual. La mayoría de las paritarias cerradas en este primer semestre se movieron en torno al 1 % mensual, cifra sugerida por el Ejecutivo y validada por los informes del INDEC.

En el sector público nacional, en tanto, comenzaron las tratativas con ATE y UPCN para el período desde junio, aunque aún no se presentó una oferta formal.

Radiografía federal: entre lo mínimo y lo excepcional

Un informe de la ONG Chequeado destaca que sólo Neuquén logró una leve mejora real del salario promedio en 2024, impulsada por la actividad energética en Vaca Muerta. El resto del país sufrió caídas del ingreso real, aunque Salta figura entre las provincias menos afectadas, apenas por detrás de Río Negro.

En la provincia, el gobierno acordó en febrero un aumento del 9 % para el primer semestre de 2025, un bono de $100.000 y la incorporación de personal de salud a planta transitoria. También continúa pagando el Incentivo Docente, suspendido a nivel nacional.

Según el economista Alejandro Morduchowicz, Salta se ubica entre las tres provincias que mejor remuneran a sus docentes, junto con Santiago del Estero y La Pampa. Un dato que contrasta con la situación de otras jurisdicciones y que apunta a una política salarial sostenida en el tiempo, pese a las dificultades fiscales.

Detrás del salario: lo que no se ve en el recibo

La situación financiera provincial, sin embargo, no es holgada. En mayo, las transferencias automáticas de Nación a Salta cayeron un 19,1 % interanual en términos reales, mientras que la recaudación propia provincial bajó un 6,7 % real en el primer trimestre, arrastrada por la caída del consumo.

Con este cuadro de fondo, el dilema ya no pasa por empatarle mes a mes a la inflación, sino por construir acuerdos realistas, sostenibles y consensuados, que contemplen tanto los derechos de los trabajadores como la capacidad real del Estado.

¿Fin del péndulo salarial?

El país parece estar saliendo —al menos en lo estadístico— de la lógica del “ajuste eterno” para empatarle a la inflación. Ahora el desafío es otro: acompañar una economía que se enfría, sin congelar el ingreso de los sectores más sensibles.

En este contexto, la racionalidad, el diálogo y el equilibrio entre intereses serán más necesarios que nunca, especialmente en un año con fuerte carga electoral y con demandas sociales en estado de latencia.

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