Hoy se conmemora el día de ayuda a las personas con autismo
El 25 de agosto es el Día Nacional de Ayuda a la Persona con Autismo, en conmemoración de la creación de la Asociación Argentina de Padres de Autistas (APAdeA), acaecida el 25 de agosto de 1994.
Esta entidad reúne a las familias para ofrecer orientación, asesoramiento e información, junto a un equipo de profesionales, especialistas e investigadores.La principal finalidad de la conmemoración es generar conciencia en la sociedad argentina sobre la importancia de ser parte activa en la integración de las personas autistas.
Se define como autismo a una serie de trastornos que afectan la habilidad de la persona para interactuar y comunicarse socialmente.
Esta condición puede, o no, estar acompañada por algún retraso intelectual y suele detectarse alrededor de los 18 meses de edad, evaluando la conducta y el desarrollo del niño, ya que no es posible diagnosticarlo con un examen médico. Muchos niños pueden no tener un diagnóstico definitivo hasta que tienen más edad y muchas personas no son diagnosticados hasta la adolescencia o adultez, lo que hace que no reciban la ayuda temprana necesaria.
Trastorno del Espectro Autista (TEA)
El autismo se manifiesta por algún grado de alteración del comportamiento, la comunicación y el lenguaje, entre otras afecciones que limitan en mayor o menor grado la interacción social de los niños desde temprana edad. Hasta el momento no se conoce con exactitud su origen. La evidencia científica disponible parece indicar que existen diversos factores, tanto genéticos como ambientales, que contribuyen a la aparición de trastornos del espectro autista (TEA), influyendo en las primeras fases de desarrollo del cerebro.
Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 160 niños tiene un TEA, que tiende a persistir hasta la adolescencia y la edad adulta. Aunque algunas personas con esta condición pueden vivir de manera independiente, otras que padecen discapacidades graves necesitan atención y apoyo de por vida.
Los TEA son un grupo de complejos trastornos del desarrollo cerebral. Este término genérico abarca afecciones tales como el autismo, el trastorno desintegrador infantil y el síndrome de Asperger. Se caracterizan por dificultades en la comunicación y la interacción social y por un repertorio de intereses y actividades restringido y repetitivo.
El nivel de funcionamiento intelectual es muy variable entre las personas con TEA, pudiendo ir desde un deterioro profundo hasta la existencia de habilidades cognitivas no verbales superiores. Se estima que alrededor del 50% de las personas con TEA también padecen alguna discapacidad intelectual.
Detectar un TEA es difícil durante los primeros 12 meses de vida, pero generalmente es posible establecer un diagnóstico antes de que el niño cumpla los dos años.
Son signos tempranos característicos: el retraso en el desarrollo de las aptitudes lingüísticas y sociales, o su involución temporal, así como la aparición de determinadas conductas estereotipadas y repetitivas. El papel de los padres en la prestación de apoyo a un niño con autismo es fundamental. Pueden ayudar a garantizar su acceso a los servicios sanitarios y educativos y ofrecerle el entorno de apoyo y estímulo en cada etapa del crecimiento.