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Mark Carney se proyecta como líder global: “Canadá nunca será parte de Estados Unidos”

El primer ministro canadiense Mark Carney busca posicionarse como referente internacional del multilateralismo, desafiando el proteccionismo de Trump y proponiendo una nueva estrategia para Canadá en el escenario global.

Mark Carney, exgobernador de los bancos centrales de Canadá y del Reino Unido, asumió el liderazgo del Partido Liberal y la jefatura del gobierno canadiense tras vencer en las elecciones parlamentarias con el 43% de los votos.

Aunque su partido no logró la mayoría absoluta, Carney se consolidó como una figura de unidad nacional en un contexto de crecientes tensiones con Estados Unidos.

Durante la campaña, criticó abiertamente las políticas del presidente estadounidense Donald Trump, afirmando: “Nunca seremos parte de Estados Unidos”.

La relación bilateral se ha deteriorado debido a la imposición de aranceles por parte de Trump y amenazas de anexión, lo que generó una reacción de rechazo en la sociedad canadiense.

Carney ha prometido iniciar de inmediato negociaciones comerciales y de seguridad con la administración estadounidense, buscando alternativas en Europa y Asia para reducir la dependencia económica de Canadá respecto a su vecino del sur.

Una visión global frente al proteccionismo

Con una sólida trayectoria en instituciones financieras internacionales, Carney se presenta como un defensor del multilateralismo y la cooperación internacional.

En su discurso de victoria, expresó: “Canadá está preparada para asumir un papel de liderazgo en la construcción de una coalición de países afines que compartan nuestros valores”.

Su objetivo es fortalecer los lazos con Europa y Asia, promoviendo el libre comercio y la defensa de los valores democráticos frente al avance del nacionalismo y el autoritarismo.

Analistas internacionales consideran que la postura de Carney podría influir en otros países, como Australia, donde el rechazo a las políticas de Trump podría beneficiar a partidos progresistas.

Además, su liderazgo podría servir como modelo para contrarrestar el avance del trumpismo en otras democracias occidentales .

Desafíos internos y externos

A nivel doméstico, Carney enfrenta desafíos como la escasez de vivienda y el aumento del costo de vida, problemas que se han agravado por las tensiones comerciales con Estados Unidos.

Ha prometido acciones audaces para abordar estas crisis y unificar al país. Sin embargo, su gobierno minoritario dependerá del apoyo de partidos más pequeños, como el Nuevo Partido Democrático (NDP), para implementar sus políticas .

En el ámbito internacional, Carney deberá equilibrar su ambición de liderazgo global con la necesidad de mantener relaciones estables con Estados Unidos, principal socio comercial de Canadá.

Su participación en la próxima cumbre del G7 será una oportunidad para consolidar alianzas y promover una agenda multilateral frente al proteccionismo de Trump.

La llegada de Carney al poder marca un cambio en la política canadiense, con un enfoque más tecnocrático y orientado hacia la cooperación internacional. Su liderazgo podría redefinir el papel de Canadá en el mundo y ofrecer una alternativa al auge del nacionalismo en otras partes del planeta.

Fuente: La Nación

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