Tensiones sobre el dólar: Medidas inesperadas mientras Caputo negocia con el FMI

El Gobierno argentino enfrenta crecientes presiones sobre la política cambiaria mientras negocia con FMI. Las tensiones, principalmente sobre el dólar, impulsaron nuevas medidas como el “dólar soja” y una política fiscal centrada en la reducción del gasto.
El mercado espera que, tras la baja de retenciones, el próximo paso sea la eliminación del “dólar Blend”. Mientras tanto, el Gobierno logró una adhesión del 64% al canje de deuda en pesos, lo que permitió postergar vencimientos hasta 2026.
En medio de la creciente preocupación, los economistas como Orlando Ferreres y Domingo Cavallo sugieren que el valor “teórico” del dólar ronda los $1.600, destacando que, incluso con los 11.000 millones de dólares adicionales del FMI, las reservas no serían suficientes para mantener la estabilidad, lo que podría generar un desajuste si se levantara el cepo cambiario.
El Gobierno, por su parte, sigue buscando los dólares necesarios para mantener su política cambiaria, mientras que se producen diferencias con el FMI sobre la unificación del tipo de cambio y la política monetaria. Aunque el gobierno argentino coincide con la idea de unificar los tipos, las diferencias giran en torno a los tiempos y la metodología.
Por otro lado, la presión del sector agropecuario se ha intensificado. Tras el anuncio de la baja del crawling peg, los productores de soja y otros productos clave ven que el 1% mensual de devaluación podría aumentar sus costos y reducir la rentabilidad. En este contexto, la baja de retenciones y los recortes impositivos representan una respuesta a la falta de dólares, aunque los efectos a largo plazo aún son inciertos.
El Gobierno también enfrenta un agujero fiscal de 2% del PBI en 2025, lo que genera aún más tensión en su relación con el FMI y otros actores económicos. En paralelo, el Tesoro realizó un canje de bonos en moneda local por nuevos instrumentos, con una aceptación del 64%, en un intento por aliviar los vencimientos de deuda.
Con respecto al “dólar Blend”, el Gobierno continúa utilizando este mecanismo para ajustar las puntas del dólar, pero los sectores afectados, como el agro, se oponen a la medida, cuestionando su impacto sobre los precios y la competitividad. Aunque la baja de retenciones representa un alivio para el Gobierno, el ajuste fiscal sigue siendo un tema candente, con una guerra con los gobernadores y la necesidad de implementar una megadevaluación fiscal.
Un reciente estudio premiado por el Banco Central sugiere que las devaluaciones fiscales, aunque atractivas, no son una solución clara debido a la falta de capacidad para financiar la baja de impuestos mediante deuda, lo que obliga al Gobierno a compensar con otros ajustes fiscales.
Fuente: Ámbito Financiero