A quienes afectará la quita del subsidio a la energía; analizan su actualización
Tras exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) de actualizar las tarifas de luz y gas luego de la devaluación, el Gobierno trabaja en un nuevo aumento y en qué niveles de la segmentación tarifaria impactará.
En Washington esperan que el ministro de Economía, Sergio Massa, aplique otro aumento antes de fin de año, situación que genera tensión en el oficialismo en momentos en que buscan aliviar los bolsillos de la población para recuperar los votos perdidos en las PASO.
En el equipo económico reconocen que la decisión está "absolutamente condicionada" por el calendario electoral y, a la vez, sufren las "presiones" por los compromisos asumidos con el organismo multilateral de crédito, que desembolsó u$s7.500 millones a cambio de una nueva batería de medidas destinadas a fortalecer las reservas y el orden fiscal.
Antes de tomar la decisión, los funcionarios aguardan un informe de Cammesa, la administradora mayorista del sistema eléctrico, sobre el impacto en los costos. La empresa subsidia las tarifas de las boletas de luz, que en los últimos 12 meses subieron hasta un 500% por la quita de subsidios en los sectores de ingresos más altos.
La secretaría de Energía, Flavia Royón, afirmó esta semana que habrá un ajuste para actualizar los costos de la energía en función de la devaluación del 20% del peso, aunque no dio precisiones sobre cómo se trasladará a los consumidores.
"El impacto de la devaluación en el costo de generación energética es aproximadamente el 10%; vamos a hablar con el ministro (de Economía), Sergio Massa, para ver si esto se traslada a factura solamente para el segmento de altos ingresos o hay algún tipo de actualización, eso está en estudio", sostuvo Royón este viernes en declaraciones a Radio Universidad de Córdoba.
El equipo económico debe definir cuándo y cuánto será el aumento en las boletas. Como el costo de la energía eléctrica está dolarizado en un 80% y el del gas en un 100%, la devaluación implica una reducción del costo cubierto por subsidios en los diferentes segmentos, lo que debería ser cubierto con más subvenciones o mayores tarifas.
Ante esa situación, si el Gobierno decidiera ajustar un 10% el costo de la energía, las boletas subirían hasta un 7% en promedio, dependiendo la categoría y el nivel de consumo. "Todavía estamos analizando el impacto de la devaluación en el valor monómico (costo de producción)", señalaron fuentes de la secretaría de Energía.
El impacto será diferente en base a la segmentación tarifaria, que a pedido del Fondo implicó la reducción total de subsidios desde el 1 de mayo a los hogares de mayores recursos (nivel 1), el mantenimiento en su totalidad a los de bajos ingresos (nivel 2) y el subsidio a los sectores medios (nivel 3) hasta un tope de consumo de energía eléctrica.
El Gobierno sabe que, si no incrementa las tarifas después del salto devaluatorio, el Estado absorbería el efecto de la devaluación.
FMI reconoce dificultades
El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI), en su informe correspondiente a las quinta y sexta revisiones del acuerdo dentro del Servicio Ampliado para la Argentina, consideró que el programa tuvo que ser recalibrado debido a que "shocks externos" dificultaron la concreción de los objetivos de acumulación de reservas y reducción del déficit primario.
Entre sus considerandos principales, el "Staff Report" del Fondo reveló que la meta de déficit fiscal permanecerá en el orden de 1,9%, manifestó su aval a la intervención en el mercado de dólares financieros, pidió por la continuidad de la política de tasas de interés efectivas reales y estimó una contracción de 2,5% en el PIB de la Argentina en 2.023.
"El programa se ha desviado como reflejo de la sequía histórica junto con retrasos en las políticas", señaló el organismo en su informe dado a conocer este viernes.