Vecinos del Corredor de la Fe siguen pidiendo la clausura de una peña
Si bien los vecinos del Corredor de la Fe celebraron que, durante el fin de semana pasado, el municipio clausurara una fiesta clandestina que se llevaba a cabo en la Posada San Francisco, ubicada en Deán Funes y Caseros, siguen en la espera que se actúe de igual manera en la Peña del Olivo, local que genera ruidos molestos.
Semanas atrás Nuevo Diario reportó el malestar de los vecinos ante los ruidos molestos provocados por la peña, que solo cuenta con habilitación municipal para confitería- restaurante, sin espectáculo y que a decir de los vecinos ofrece shows a diario hasta altas horas de la madrugada alterando la tranquilidad de la zona, que cuenta con una iglesia al frente (Basílica San Francisco) y escuelas a la vuelta desde octubre del año pasado. La vecindad también manifestó disgusto con las fiestas electrónicas que se hacían cada tanto en la Posada San Francisco y que se promocionaban en redes sociales, lugar recientemente clausurado por el municipio. Las denuncias de los vecinos eran por volumen alto, uso inadecuado del lugar y actitudes hostiles de los ocupantes. El ingreso al inmueble se realizó con orden de la Policía de la Provincia, que participó del operativo.
La peña continúa
Roberto López, residente de la zona, recalcó que el local comercial Peña del Olivo no cuenta con habilitación para funcionar como peña, pese a promocionarse como tal a viva voz.
“La peña inició promocionándose con un pequeño cartel plegable y ahora tiene uno grande y luminoso, imposible de no ver”, señaló el vecino.
En Semana Santa, la peña fue clausurada, pero el municipio contempló la posibilidad que sigan trabajando como restaurante, sin la peña.
“Siguió funcionando como peña y no le pusieron faja. Por nuestras quejas han bajado un poco el volumen, pero no está habilitado para realizar espectáculos”, destacó López.
“Nosotros ya nos cansamos de hacer los reclamos. Tenemos más de cuatro notas presentadas en la Municipalidad y no se resuelve el tema”, admitió el vecino.