Juventud pelea contra más que el descenso
Los futbolistas antonianos volvieron a sus casas del estadio Martearena en autos particulares ya que no tenían transporte oficial disponible para marcharse.
Juventud Antoniana no terminaba de festejar con extrema alegría y desahogo la épica remontada y milagrosa victoria por 3 a 1 sobre Central Norte en el clásico, que tuvo que “volver” a la realidad de un tirón: los futbolistas volvieron a sus casas del estadio Martearena en dos autos particulares ya que no tenían transporte oficial disponible para marcharse.
Es que el Santo pelea contra mucho más que el descenso. Frente al Cuervo, peleó contra un equipo clasificado a los playoffs y a la Copa Argentina, de visitante y contra un marco de público imponente -casi 20 mil almas azabache presentes-, con dos jugadores menos -aunque Central también tuvo un expulsado-, y contra errores propios, entre otras cosas.
Pero al margen, Juventud viene luchando desde prácticamente inicios de la temporada contra la falta de palabra e incumplimiento dirigencial, contra los salarios atrasados, contra la falta de materiales y elementos de entrenamientos, y también contra el desinterés de la Comisión Directiva, entre otras realidades.
Y en este punto, luego del gran triunfo en el clásico del domingo, los futbolistas se retiraron en la caja de una camioneta particular y en otros vehículos, ya que la trafic contratada por el club y que los llevó al estadio Martearena, tuvo “desperfectos” mecánicos y se rompió.
Párrafo aparte para la aparente ausencia de los directivos en el clásico del domingo. Solo se observó a un par de colaboradores festejando junto al plantel una vez finalizado el partido.
Juventud ganó, festejó, y consiguió una vida más, pero nada está definido. Hoy, el plantel volverá al trabajo bajo las órdenes de Luis “Guacha” Flores, pensando ya en su próximo y por lo pronto último compromiso de la temporada, frente a Sarmiento de Resistencia. El Santo debe ganar o ganar, y esperar a que Crucero pierda frente a San Martín de Formosa.