Judiciales

Abrazo simbólico del Convento por violencia de género a las monjas

El Instituto Laico de Estudios Contemporáneos Argentina y su Delegación Salta se pronunció en contra de la situación de violencia de Genero que atraviesan las Monjas Carmelitas y manifestó su adhesión al abrazo simbólico al Convento San Bernardo que fue convocado para mañana 3 de mayo a horas 17.

Se realiza con el objeto de visibilizar la situación que enfrentan, respecto también a los últimos acontecimientos el decreto de la Nunciatura que favoreció al arzobispo Mario Cargnello. Consideran que la raíz de esta situación que afecta a toda la iglesia tendría sus raíces en el clericalismo.

Este segundo abrazo convocado se realiza para visibilizar la situación de violencia de género que sufren desde hace años las Carmelitas Descalzas del Convento de San Bernardo.

El Instituto Laico de Estudios Contemporáneos Argentina y su Delegación Salta, manifiesta en un comunicado de convocatoria y adhesión que “los abusos cuyas víctimas son principalmente mujeres ante conductas que no afectan a la dimensión sexual, pero se realizan dentro de las instituciones eclesiales.”

"Se estima que el clericalismo sería la raíz del problema entendiéndose el mismo como la ideología que defiende la influencia del clero en los asuntos políticos de una sociedad. De allí brotan los abusos que vienen sufriendo las hermanas".

“El precio a pagar por parte de las denunciantes es demasiado alto, más aún en el seno de congregaciones e instituciones de Vida Consagrada”, reza el comunicado del Instituto Laico.

Hablan también del encubrimiento de los integrantes de la Iglesia a "esta situación se ha vivido durante mucho tiempo como discreción, gesto de humildad o expresión de caridad para con quien hace difícil la existencia (los agresores) y son las victimas del sistema patriarcal eclesiástico las que lo padecen".

El instituto enfatiza que la Iglesia utiliza su situación de poder de modo abusivo y que se manipula a través de críticas de quienes defienden a Cargnello, de Elizalde y Monseñor Ajalla.

 

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