Interés general

En el Día Mundial visibilizan sobre una enfermedad neurodegenerativa

El 21 de junio es el Día Mundial contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Se trata de una enfermedad neurodegenerativa progresiva, poco frecuente y no transmisible, que afecta mayormente a los varones y cuyas causas aún son desconocidas.

Se caracteriza por atrofia progresiva de todos los músculos del organismo, a excepción del corazón y los que controlan los esfínteres vesical y anal y los movimientos de los ojos. También se mantienen intactos los sentidos y el intelecto.

La ELA afecta a las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal, que son las encargadas de hacer que los músculos del cuerpo se muevan. Esto hace que el cerebro no pueda controlar el movimiento del cuerpo y la persona pierda progresivamente el control de los músculos.

Si bien los síntomas pueden ser muy variados, en general son consecuencia de la debilidad y pueden llegar a afectar la capacidad de caminar, vestirse, escribir y otras actividades.

La enfermedad fue descripta en 1.869 por el neurólogo francés Jean Martin Charcot, uno de los fundadores de la neurología moderna. Por ello, la esclerosis lateral amiotrófica también es llamada enfermedad de Charcot.

Características

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), dos de cada 100 mil personas en el mundo tiene ELA, lo que hace que sea catalogada como enfermedad poco frecuente.

Los investigadores han encontrado que puede afectar a cualquier persona, aunque por lo general los diagnosticados son varones de entre 40 y 70 años. También se sabe que un 90% de los casos ocurre sin que exista un factor genético o hereditario.

Los primeros síntomas que pueden alertar sobre un caso de ELA son:

Debilidad en piernas, brazos y manos; dificultad para agarrar o manipular objetos; dificultad para caminar, hablar y tragar; movimiento involuntario y repetitivo; calambres musculares en manos y pies; falta de aliento y dificultad para respirar o comer en etapas más avanzadas.

Ante alguno de estos síntomas se debe consultar con un médico neurólogo.

Hasta el momento, no hay un tratamiento que cure la ELA, pero sí existen medicamentos que se utilizan para calmar sus efectos, como analgésicos, antidepresivos y otros que ayudan a controlar el exceso de saliva o a dormir.

 

 

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