Declararon los familiares de la víctima de femicidio en Angastaco
En la primera audiencia de debate en el juicio, Gregorio Osvaldo Suárez (32), alias “Goyo”, acusado del femicidio con uso de arma de fuego y portación ilegítima de armas de Martina Juliana Díaz (25), se abstuvo de declarar. Los primeros en declarar fueron familiares de la víctima y efectivos policiales.
En la primera audiencia de debate en la causa seguida contra Gregorio Osvaldo Suárez (32), alias “Goyo”, por los delitos de homicidio calificado por femicidio y por el uso de arma de fuego y portación ilegítima de armas, en perjuicio de Martina Juliana Díaz (25), el imputado se abstuvo de declarar. Tras la lectura de la requisitoria fiscal de elevación a juicio, los primeros en declarar fueron familiares de la víctima y efectivos policiales.
Suárez está acusado por un hecho ocurrido el 15 de mayo de 2019, en El Catrial, Angastaco (departamento de San Carlos). La madre de la víctima dijo que conocía a Suárez porque era vecino suyo. Sobre cómo se enteró de lo ocurrido, refirió que ella se encontraba en Aguas Calientes cuando uno de sus hijos le avisó que Martina había sido baleada. La testigo manifestó que su hijo partió rumbo a El Catrial y, al llegar –el 16 de mayo cerca del mediodía-, encontró a Martina en cama. Ella le mostró la herida y le dijo que “Goyo” le había disparado. También le pidió que cuidaran bien a sus cuatro hijos. Refirió que cuando llegaron a El Catrial los recibió el abuelo del imputado, que estaba en cama cuando escuchó el tiro. Luego entró Martina a su habitación gritando: “Me han baleado”. Cuando él salió a buscar a su nieto “Goyo”, ya se había ido llevándose el arma. La testigo recordó que Pascual, hermano de “Goyo”, dijo que estaba tomando, enojado porque su hija demoraba en volver. Cuando llegó, comenzó a celarla, le pidió el celular y ella le respondió que no tenía carga. Pascual le comentó que él quiso calmar a su hermano pero el imputado salió de la cocina, Martina lo siguió y entonces le disparó.
La testigo contó que su hija pasaba tiempo en Pampa Llana porque sus hijos concurrían a la escuela en ese lugar. Se quedaba en casa de una hermana. Su lugar de residencia era El Catrial, donde había vivido con su pareja, padre de sus hijos. Hacía dos o tres años él había sido detenido por un homicidio. La testigo relató que ella desconocía que su hija había iniciado una relación con el acusado, quien es nieto del dueño de la finca. Se enteró después del hecho, cuando su nieta mayor – hija de la víctima- le contó que su mamá y “Goyo” eran pareja. Manifestó que la menor también le comentó que el acusado la celaba y le “pegaba piñas” a su mamá.